FISIOTERAPEUTA
Colegiada nº2.187
Experta en el Método Poyet, Pilates y Ejercicio físico terapéutico.
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Movilización articular basada en el MRP
Hace ya casi un año, un compañero de profesión y gran amigo, José David Medina Romero me dijo: “Oye Sara, ¿me echarías una mano en un pequeño curso basado en la visión que Maurice Raimund Poyet tenía del Movimiento Respiratorio Primario (MRP)? ¿Por qué no enseñamos cómo utilizarla fara facilitar la movilización articular? ¿Qué te parece si le damos una dimensión eminentemente práctica y concreta y acercamos esta herramienta a nuestros colegas que trabajan en la el Servicio Andaluz de Salud?”. Mi respuesta ante este reto, podéis imaginar cuál fue: “¡Por supuesto! ¿Claro que sí!”. Y, en realidad, éste fue el comienzo de este pequeño artículo.

Liberación de los cajones laterales de la articulación interfalángica
En seguida me surgieron muchas dudas y preguntas: ¿cómo simplificar una metodología tan complejo en tan sólo 30 horas lectivas? ¿Cómo tratar localmente cuándo Maurice siempre hablaba de globalidad? ¿Cómo normalizar el MRP de una articulación sin haberla diagnosticado desde el cráneo a través de su somatotopía? Pero José David llevaba toda la razón cuando me decía: “No daremos un seminario del Método Poyet, es algo mucho más simple para comenzar. Vamos a enseñar a sentir el MRP localmente y a liberarlo para que pueda expresarse de la mayor y mejor manera posible”. Y esa fue la idea y filosofía del curso: presentarles a nuestros colegas una nueva forma de abordar una patología o disfunción, una nueva forma de movilizar una articulación, un músculo, ligamento o incluso tendón.

MRP fémur, pelvis y articulación coxofemoral
Maurice Raimund Poyet definió todos los componentes espaciales del MRP de cada hueso y explicaba cómo éstos se veían alterados ante cualquier traumatismo, lesión o disfunción. Si aprendemos a sentir localmente, sobre cada tejido, cada fase del MRP y cada uno de sus componentes y además aprendemos a entrar en resonancia con su oscilación natural, podremos modificarlos y normalizarlos, es decir, podremos liberar de tensión el tejido en cuestión y, en última instancia, devolverle la función. Sólo hay que tener presente una limitación en esta forma de diagnosticar el MRP y es que cuando tocamos localmente una zona del cuerpo con la intención de sentir, por ejemplo el MRP de un hueso (el fémur), son muchas las informaciones que se superponen: las de la piel, las tensiones de los diferentes vastos del cuádriceps, la fascia que los envuelve, la tensión de los espacios vasculares y nerviosos, la de las diferentes zonas del propio hueso, etc. Para evitar esta posible confusión y hacer un diagnóstico preciso es necesario el uso de las somatotopías craneales.
Está claro que es imprescindible tener en cuenta el diagnóstico a través de las somatotopías, sobre todo, cuando queremos hacer un tratamiento muy fino y cuidadoso. Sin embargo creo que atender y liberar localmente el MRP de la zona anatómica a tratar siempre va a facilitar la movilización angular del segmento en cuestión, del aprendizaje motor subsiguiente a la liberación del tejido y además va a amplificar los beneficios de cualquier otra técnica fisioterapéutica que se aplique posteriormente. Por todo ello considero que la movilización articular basada en la liberación local del MRP puede ser una herramienta terapéutica de una gran utilidad para todos los fisioterapeutas.