FISIOTERAPEUTA
Colegiada nº2.187
Experta en el Método Poyet, Pilates y Ejercicio físico terapéutico.
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La invitación digital de Poyet y los receptores fasciales
Una de las características del Método Poyet es la suavidad del gesto terapéutico, al que llamamos invitación digital. Como ya comentábamos en el post «¿Qué es el Método Poyet?», el creador del método consideraba que “la fuerza del gesto terapéutico y diagnóstico no debe ser superior a la presión que ejerce una mariposa al posarse sobre una hoja o una flor”.
Es fácil preguntarse cómo es posible que una presión tan sutil provoque cambios significativos en el cuerpo. En la física y la neurociencia podemos encontrar respuestas que nos permiten entender el mecanismo de acción de la invitación digital. Hablamos del principio físico llamado frecuencia natural, el fenómeno de resonancia y el descubrimiento de ciertos mecanorreceptores fasciales.
Como escribí hace unos años para la web y blog de mis compañeros de Osteopatía Energética Informacional, entendemos que la invitación digital provoca cambios en el cuerpo gracias a que el terapeuta, a través del gesto terapéutico, entra en resonancia con la frecuencia u oscilación propia del tejido tratado. Al hacerlo, consigue amplificar la vibración del mismo hasta normalizarla ya que un tejido lesionado o en disfunción tiene alterado su movimiento natural o Movimiento Respiratorio Primario (MRP). Además, para que esto sea así, es necesario incorporar dos conceptos importantes para Poyet: la atención e intención, sin las cuales sería imposible que la invitación digital pudiera provocar cambio alguno. (Si quieres profundizar en estos conceptos puedes ver el post “La intención en el gesto manipulativo”).
Sin embargo, lo que me hace utilizar de nuevo este espacio no es reescribir lo que ya hice tiempo atrás, sino la necesidad de comentar algo que, a mi modo de ver, puede ser de cierta trascendencia para los poyetistas.
Gracias a la relevancia que están teniendo las técnicas fasciales en el mundo de la terapéutica, cada vez son más los estudios que tratan de explicar el mecanismo de acción que utilizan y cómo y por qué funcionan. Parte del conocimiento al que se está teniendo acceso puede también hacernos entender mejor por qué funciona la invitación digital de Poyet. En concreto, nos interesa la existencia de los mecanorreceptores miofasciales intersticiales tipo III (mielínicos) y tipo IV (amielínicos) que se originan, en su mayoría, en terminaciones nerviosas libres, situadas en el tejido conectivo. Parte de estos mecanorreceptores fasciales tienen un umbral de excitación a la presión muy bajo (low-threshold pressure units – LTPunits) y parece que éstos pueden responder y descargar ante toques muy suaves, como por ejemplo, ante la presión que supondría el pincel de un pintor sobre el lienzo de trabajo. La activación de estos receptores tiene lugar con el movimiento y estiramiento de la piel y la fascia. Y, al descargar, activan el sistema nervioso vegetativo (SNV), produciendo cambios en el ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración, etc.
Durante un tratamiento de Poyet podemos observar que en los pacientes aparecen cambios en estos parámetros. Además, la presión que ejerce un pincel sobre un lienzo puede ser parecida a la de una mariposa al posarse sobre una flor. Es por ello que, aunque sea de manera empírica, creo que tiene sentido pensar que los receptores que se activan con la invitación digital son los mecanorreceptores miofasciales intersticiales tipo III y tipo IV de bajo umbral de activación, siendo éstos los que conectan el gesto terapéutico de Poyet con el sistema nervioso y, por tanto, los que ponen en marcha el sistema regulador y de autocuración del cuerpo.
Sin embargo, no podemos olvidar el resto de mecanorreceptores cutáneos y fasciales (el aparato de Golgi, los corpúsculos de Pacini, de Ruffini y Meissner, terminaciones nerviosas libres), puesto que gracias a todos ellos, los diferentes estímulos que producimos con la terapia manual son transmitidos y procesados por el Sistema Nervioso y, con ello, activados los procesos de reparación de los tejidos afectados.
BIOGRAFÍA
– Schleip R (2003). Fascial plasticity – a new neurobiological explanation: Part 1. 7(1):11-19.